Los beneficios de la dieta mediterránea, de donde el vino es inherente, han sido objeto de diversos estudios como el de la Facultad de Ciencias de la Salud y Educación, Departamento de Nutrición y Dietética, de la Universidad de Harokopio:
El consumo de productos propios de la dieta mediterránea nos permite disponer de factores determinantes en la prevención del cáncer, disminuir riesgos de padecer diversas enfermedades, como las cardiovasculares, y posponer el deterioro propio de la vejez.
Otro nuevo análisis científico realizado en Reino Unido demuestra que la dieta mediterránea puede disminuir la inflamación del sistema nervioso. En este estudio se incluía también al vino como parte de nuestra dieta.
Los antioxidantes presentes en el aceite de oliva y el vino tinto mejoran los niveles de colesterol y reducen la aparición de enfermedades coronarias, por nombrar otro ejemplo.
En el entorno del sur de Europa, podemos constatar una clara relación entre la dieta alimenticia, la salud y, por ende, la longevidad.
Sin duda, la abundancia de olivos y vides en los campos de nuestro país y, en consecuencia, de sus productos elaborados en la cesta de la compra diaria, nos facilita la base ideal para una dieta saludable.
¡¡Brindemos por ello!!